Jueves Santo, 1 de abril de 2021
En la Santa Hostia veo al pequeño Jesús lleno de Gracia como Niño de Praga. Lleva una corona de oro y cabello oscuro, corto y rizado. El Señor viste una túnica blanca y dorada con una hostia sobre el pecho (la escritura sobre la Hostia es JHS) y un manto dorado. Su manto está bordado con plantas trepadoras de espinas, que en la punta tienen cada una un capullo. En Sus manos sostiene el Rey del Cielo un cetro, en Su mano derecha y un pergamino en Su mano izquierda. Ahora veo cómo poco a poco su manto se empapa de sangre.
El Niño Jesús dice:
“Este es el manto de Mi Preciosa Sangre. En Getsemaní derramé Sangre por vosostros, queridas almas, no sólo por la previsión/la anticipación de Mi sufrimiento. Hice esto por vosotros; para que podáis resistir en la tentación.
Orad en silencio y silenciad hasta que mi tumba se abra para vosotros y celebréis Mi Resurrección ".
Ahora emana un rayo de luz de Él. El Rey del Cielo dice:
“PermanecedMe fieles y no tengáis miedo. Si oráis, sacrificáis y expiáis, váis a disminuir la ira del Padre Eterno. Orad por la conversión de los pecadores.
Esta es mi palabra a vosotros. Yo ya hice esto por vosotros en Getsemaní. Fortaleceos mediante la oración, el sacrificio y la penitencia. Fortaleceos a través de Mi Santo Sacrificio en la Cruz. De esta manera vengo a los altares de la tierra, a vosotros, en la Iglesia Católica. Ella es Mi Esposa.
Miro a Mis sacerdotes, Mis seguidores. No neguéis Mi Cuerpo a las almas. Estas almas están destinadas para la eternidad, para la Casa del Padre Eterno.
¡Escuchad! Esta es Mi Palabra a vosotros. Todas las reformas de la iglesia no traerán ninguna salvación. Éstas son del mundo. Sacrificio, oración, penitencia, Mi Sacrificio en la Cruz santifican a los seres humanos. Esto renovará la Iglesia, Mi Esposa.
Adiós."
Este mensaje se da a conocer sin querer anticiparse al juicio de la iglesia.
copyright © Manuela 2000