Mensajes Niño Jesús
Comienzo

 

El Niño Jesús lleno de Gracia aparece el 3 de agosto de 2020 por sobre la Casa Jerusalén

 

Veo tres esferas brillantes de luz que vienen volando hacia nosotros por el aire.

La esfera de luz grande se abre y una maravillosa luz brillante sale de ella. Yo estoy completamente emocionada y lloro de alegría. El Niño Jesús de Praga sale de esa esfera de luz. Él lleva una corona grande y dorada, así como nosotros Lo conocemos. Él lleva un manto dorado y una túnica dorada. El Señor tiene rizos oscuros, ojos azules y lleva en Su mano izquierda un libro dorado. Las otras dos esferas se abren ahora también y de ellas sale luz y ahora veo que hay dos ángeles con túnicas blancas al lado del Niño Jesús. El Rey Celestial nos bendice con Su Cetro y nosotros rezamos: “En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”

Él lleva Su Cetro a Su Corazón y lo mete en Su Corazón y nos rocía con la Preciosa Sangre.

El Rey del Cielo dice:

 “Yo Soy El Sumo Sacerdote del Padre Eterno! Si los cristianos rezaran más y discutieran menos. A través de vuestra oración (vuestro Rezo) puede ser mitigado el castigo. Pues ahora vais a sufrir muy pronto la tribulación...una tribulación más grande. Rogad por Mi Misericordia y la Misericordia de Mi Padre en el Cielo. Gracia para las almas, que escuchan Mi Palabra y La siguen, que Yo he rociado con Mi Preciosa Sangre.

 

Convertíos! Arrepentíos de vuestros pecados! Haced buenas obras. No sigáis al espíritu del mundo. Vengo en Mi Santa Infancia para advertiros una y otra vez. Y de esta manera debo permitir todo esto. Arrepentíos, reparad! Haced más vigilias. Esta es Mi Divina Voluntad. Haced esto de la manera que os sea posible. Sacrificad todo por Mí. Todos los rigores que puedan llegar a vosotros en las vigilias.

Yo Soy El Señor Tu Dios, Jesucristo. Yo Soy El Crucificado y Soy El Infantil Rey del Cielo al mismo tiempo. Pero vosotros que escucháis Mi Palabra y que Yo He bendecido, tened valor! Yo no os abandono! Tened valor y permaneced firmes!”

El Rey del Cielo pide nuestra oración y nosotros rezamos: “Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados y líbranos de las llamas del infierno. LLeva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Divina Misericordia.”

El pequeño Jesús Lleno de Gracia flota ahora en el aire por sobre nosostros y nos bendice una última vez para despedirse. Entonces Él le dice aún algunas palabras privadas a Manuela.

M: Sí, ¿piensas?

El Señor se despide: “Adieu” (adiós)

 

Este mensaje se da a conocer sin querer anticiparse al juicio de la iglesia.

copyright © Manuela 2000