El Niño Jesús aparece en la solemnidad de la Preciosa Sangre el 1 de julio de 2020
Veo al Niño Jesús de Praga lleno de Gracia con una corona dorada grande y con una túnica de color borgoña y estampado (de plantas trepadoras) dorado. En la parte de adelante de la túnica tiene dibujado un corazón con una cruz y sobre eso lleva puesto el efod y el escudo de pecho.
El Señor tiene ojos azules y pelo rizado castaño oscuro. Se me muestra a la edad de nueve años. Su aparición está acompañada de dos ángeles vestidos de blanco cuyo cabello rubio oscuro cae sobre los hombros. Ambos ángeles llevan una túnica radiante y sencilla como de lino. Ellos llevan el manto del Señor. Escucho el susurrar del ribete dorado del manto con el movimiento.
“Te bendigo” y Él persigna mi frente y yo completo: “En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.
“Permaneced en amistad Conmigo y rezad. Velad y rezad.”
Y veo que Él, esta vez, tiene un cetro grande y dorado en Su mano derecha, y en Su mano izquierda sostiene un cetro de hierro. Y Él dice:
“Para Mis amigos vengo con Mi cetro dorado, a los que no me quieren los voy a regir con Mi cetro de hierro.
Mirad, Yo vengo en Mi Santidad a vosotros. Las almas de buena voluntad saben de Mi Santa Infancia. No representa ninguna contradicción. Las almas que no pueden entender esto, tampoco pueden entender que Yo, como Rey del Cielo, morí por vosotros en la Cruz. El precio por vuestra salvación fue Mi Preciosa Sangre. La derramé por Mis ovejas. Yo Soy el Rey del Cielo y Soy el Crucificado y Soy el Niño Divino al mismo tiempo.
Permito vuestra planificación. Mi palabra sigue en pie (se refiere a la Casa Jerusalén)
Y así vine a vosotros para que vosotros recéis y sacrifiquéis. Rezad especialmente a Mi Preciosa Sangre y honrad a Mi Santísima Madre y al Espíritu Santo al mismo tiempo cuando rezáis el rosario a la Esposa del Espíritu Santo.
Rezad, pues Yo tengo que amonestar/advertir a la humanidad. Ellos todavía no han comprendido y endurecen su corazón. Pero para Mis amigos Voy a hacer bajar a chorros Gracia y Bendición del Cielo, también en este tiempo difícil y en los tiempos que van a venir.
El tiempo difícil no ha sido superado. Mirad las Santas Escrituras, en ellas está todo anotado/registrado.”
Ahora me muestra El Señor la Tierra. Va a suceder algo en dos puntos de la Tierra, pero no se trata de Alemania. Para eso tenemos que rezar y ofrecer sacrificio, Señor. ¿Lo otro va a venir, dices Tú? “Ja”.
Esos dos países que me enseña El Señor en el globo terráqueo son Estados Unidos e Israel.
“Yo permanezco con vosotros. Os bendigo”
Y yo rezo con Él: “En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.
El Señor nos rocía con Su Preciosa Sangre, a cada uno de nosotros. Su Majestad sujeta Su cetro dorado en el lugar de Su Corazón. Es como si Él metiera Su cetro en Su Corazón, y rocía con el cetro nuestras cabezas con gotas de Su Preciosa Sangre. El cetro dorado se convierte así en aspersorio (hisopo) de Su Sagrado Corazón.
“Gracias Señor.
Alabado sea nuestro Señor Jesucristo, por siempre sea alabado. Amén.”
El Señor flota en el aire hacia la luz celestial junto con Sus ángeles, que sostienen Su Manto. Él se achica y desaparece.
Este mensaje se da a conocer sin querer anticiparse al juicio de la iglesia.
Este mensaje se da a conocer sin querer anticiparse al juicio de la iglesia.
copyright © Manuela 2000